Los sistemas de tuberías representan uno de los desarrollos más importantes de la ingeniería, ya que a través de estos es posible que tanto los hogares, industrias, oficinas, centros comerciales y cualquier edificación tenga acceso a los servicios básicos como lo es el agua y gas natural. Dichas redes están interconectadas con dispositivos como válvula de mariposa, placas orificio, codos y un conjunto de uniones, responsables de su correcto funcionamiento.
La instalación de los accesorios antes mencionados dependerá, evidentemente, del sistema y el objetivo del mismo. Sin embargo, ninguno de ellos ni por más sencillo que sea, está exento de tener válvulas, por ser las encargadas de regular la cantidad de fluido o la presión. De acuerdo a la función, estos elementos se clasifican como: aislamiento, regulación, seguridad y retención. En la primera, por ejemplo, hay un cierre total que impide el paso de la sustancia en cuestión.
Dentro de los tipos de válvulas hay una subdivisión, en el caso de las de aislamiento se encuentran: de bola o esfera, globo, compuerta, mariposa y macho; cada una con características y funciones específicas. En las de retención se pueden mencionar la de pistón, clapeta y disco. La elección de estas se debe basar en las propiedades del fluido y las variables operacionales a controlar (presión, temperatura y caudal).
Cabe destacar, que la válvula de mariposa es una de las más demandadas dentro de su categoría, puesto que con el movimiento giratorio de su eje ofrece un cierre rápido y eficaz, siendo además económica. Ahora bien, el trabajo es idóneo cuando el sistema posee bajas presiones, maneja grandes magnitudes de caudal, con líquidos, gases o pastas incompresibles.
El material de la válvula también es un factor determinante, garantizando la durabilidad y, por ende, la inversión al momento de su adquisición. Actualmente, los catálogos que ofrecen los proveedores, además de trabajar con diámetros nominales estándar en todo el mundo, recomiendan el acero inoxidable, al ser resistente a la corrosión que pueda originar el fluido o ambiente. Ahora bien, hay polímeros que responden apropiadamente a esta condición, prolongando el tiempo de vida útil.